Mientras bucea, sumergido en las profundidades de una piscina pública, el tímido Héctor contempla con placer morboso los entrenamientos de Belén, una joven y atractiva nadadora que se prepara para unos campeonatos. Belén trabaja además como dependienta en una tienda de modas desde la que, a su vez, se ha aficionado a contemplar a los clientes que entran y salen de un sex-shop cercano. Entre ellos descubre un día al propio Héctor, y también a una solitaria y decidida mujer por la que empieza a sentir una irresistible y extraña atracción. Esa misteriosa mujer, Claudia, está casada, y mantiene unas relaciones muy particulares con su marido, víctima de un accidente que lo ha reducido prácticamente a la inmovilidad. Belén, impulsada por sus fantasmas, irá acercándose a los mundos de Héctor, por un lado, y de Claudia y su marido por el otro. Y traspasará los límites de lo privado para desatar los deseos «sumergidos» e inconfesados que, hasta ese momento, ninguno de ellos se había atrevido a mostrar abiertamente.