En Mesoamérica, lo mismo que en los pueblos andinos, sus cantos, poemas, oraciones, relatos, recordaciones, discursos... se conservaron en la memoria y se transmitieron por la tradición oral. Se disponía además de otros recursos de preservación que permitían transmitir composiciones y testimonios: caracteres glíficos en el caso de Mesoamérica; quipus (cordeles de diversos colores y nudos a lo largo de ellos) en el área andina.
Esta obra, del gran estudioso de las literaturas indígenas Miguel León-Portilla, analiza con profundidad semejanzas y diferencias en las producciones literarias de estos dos pueblos, los géneros practicados en una y otra, todo con abundantes ejemplos del pensamiento, sabiduría y belleza de la palabra antigua de dos pueblos, cuyas creaciones se vinculan a las raíces más hondas en el ser de la América Nuestra.