Argumento de Lienzos de Cal
En el presente volumen María Sanz nos propone un recorrido por la Sevilla intramuros enmarcado entre las antiguas puertas de Bab-Yahwar (Puerta de la Carne) y Bab-Qarmuna (Puerta Carmona), consiguiendo adentrarnos en una atmósfera de sensaciones luminosas o sombrías, con matices a veces impresionistas, cuya finalidad es la de llevar a la lírica un singular conjunto de calles que han marcado la perspectiva emocional de la autora. Lienzos de cal, dividido entre el gozo y la melancolía de sus dos capítulos, traslada al lector a unos escenarios urbanos de aromas seculares que todavía subsisten, a un entorno de cales y almagres que conforman la identidad cromática hispalense, guiándolo por la senda contemplativa de la vieja Balhorra o envolviéndolo con los aromas familiares de la Alhóndiga o la Venera. Este itinerario mágico, rescatado de un tiempo que todavía nos significa, da a los poemas un tono ancestral de lentitud reconocible en cada paso, en las huellas que cada época ha ido dejando sobre sus propias frialdades o templanzas, como estaciones sin término donde la realidad mezcla primaveras y otoños con los fugitivos perfiles del caminante. Y qué mejor materia que la poesía de María Sanz para dejar su impronta en unos lienzos atemperados entre palmas y vísperas, sobre yeserías y pretiles, junto a yedras y jacarandas, por los pasajes cercanos que acendraron su voz uniéndola en silencio a la belleza de su Sevilla natal e inspiradora. Como ya escribiera Carlos Muñiz Romero sobre nuestra poeta, sus escogidas palabras cobran grandeza de silencio, dignidad de asombro. Uno diría que ese silencio contemplativo es la propia María Sanz.0