Santiago Segura Munguía falleció en febrero de 2014, sin haber podido concluir esta obra a la que dedicó sus últimos cuatro años. Su empeño consistió en retomar su Diccionario por raíces del latín y de las voces derivadas y seleccionar los términos más productivos desde el punto de vista etimológico para enriquecer y hacer más accesible aquel caudal de raíces y términos latinos. Esta nueva y póstuma aportación del emérito profesor de la Universidad de Deusto tiene muchos valores dignos de ser destacados, pues se detiene en las definiciones de las distintas acepciones, fija la antigüedad de las palabras con el año de la primera documentación conocida, recoge los elementos formales de acentuación y entonación., pero lo más sobresaliente es que nos habla, como si le estuviéramos viendo y oyendo, del origen de las palabras, de sus acepciones y derivaciones desde su primer significado, llevándonos, con la pasión e ilusión que ponía en sus explicaciones, a revelaciones sorprendentes y curiosas. Su voz, recia y clara, está en estas páginas que se interrumpen en la letra «S», dejando sin terminar este tesoro lingüístico.