Leopoldo Méndez es considerado, al igual que José Guadalupe Posada, un pilar en la tradición del grabado mexicano. Sin embargo, su trabajo no sólo se limitó a la producción y exhibición de obras, pues también impartió cursos en el Taller de Gráfica Popular donde, sin lugar a dudas, pudo incidir en la formación de otros artistas importantes en la historia de la plástica nacional.