El relato abarca a dos presidentes y sus rectificaciones. Desde Zapatero, que se cae del caballo del keynesianismo en mayo de 2010 en una cumbre en la que firmó un comunicado fantasma del que después no se ha acordado, hasta Rajoy, cuya rectificación más profunda es el discurso del «no podemos elegir» de julio de 2012, casi el lamento de un presidente mendicante.
Los años de la prima de riesgo fueron terribles para el poder político. Nunca en la historia de la democracia los mandarines vieron tan amenazado su statu quo. Ni Zapatero ni Rajoy tuvieron que pedir rescate, aunque en esos tres años estuvieron varias a veces a punto de hacerlo. De las luchas por librarse de él han quedado una reforma constitucional exprés y varias otras medidas (laborales, fiscales, financieras). Sin embargo, su victoria momentánea ha impedido el gran cambio que muchos esperaban para que España rompiera con algunos de sus atavismos. Por eso, esta también es la historia de una oportunidad perdida.