Argumento de León Felipe
La singularidad poética de León Felipe le ha hecho aparecer, muy a menudo, como una figura solitaria en el panorama de la literatura española del siglo XX. No faltan motivos para ello, pues parece que su vida y su obra se hubiesen saltado todas las convenciones clasificatorias: comienza a publicar cuando los autores de su edad ya eran escritores reconocidos; se declara tradicional en tiempo de revoluciones artísticas; en España, su poesía suena con acento americano y en México, donde vivió la mayor parte de su madurez poética, terminó por convertirse en el representante de lo español; los creyentes recelaron de sus ideas heréticas, y los revolucionarios sospecharon de sus poemas, cargados de religiosidad. Esta compleja gama de matices y riesgos ha propiciado que su voz esperanzada y ronca continúe resonando hoy, con plena vigencia, por los caminos de la lengua.
Sistema, poeta, sistema.
Empieza por contar las piedras
luego contarás las estrellas.
(de Versos y oraciones del caminante)
Voy con las riendas tensas
y refrenando el vuelo,
porque no es lo que importa llegar solo ni pronto
sino llegar con todos y a tiempo.
(de Versos y oraciones del caminante)0