Los orígenes de la historia de Layla y Majnún se remontan a las tradiciones populares de los desiertos árabes. Según la leyenda, hacia el siglo VIII, vivió en Arabia un poeta beduino llamado Qais o Keis que dio fama con sus versos enamorados a una hermosa joven llamada Layla. La obcecación de sus amores y sus correspondientes desventuras -por la oposición de sus familias, ambas rivales- le valieron el sobrenombre de Majnún, que significa loco o poseso.
Bajo la influencia persa, la leyenda de Layla y Majnún inspiró numerosas versiones a través del mundo musulmán llegando hasta Occidente.