Este libro de poesía se presenta como un intento de indagar espacios interiores, tanto sentimentales como conceptuales, a través de la disciplina lingüística del soneto, puesta al servicio de una visión inmanente y exploradora de uno mismo y de la experiencia temporal o vital. Cada uno de estos sonetos responde a una necesidad íntima de ofrecer un cauce emocional a las ensoñaciones que flotan en la memoria y en la conciencia del autor. Esta necesidad de expresión personal aparece acompañada de valores poéticos densos y contagiosos a todos los lectores. El mundo se detiene y deja sitio a lo inamovible, a lo eterno. Es como si el tiempo se quedase hipnotizado y el limitado yo alcanzase la morada encantada del todo.