La trama desconocida del regreso de Perón, desde su exilio en Madrid a la Argentina en 1973, a través de la crónica de un testigo privilegiado que incluye información de primera mano sobre el asesinato de Aramburu, la presidencia de Lanusse, y la relación de Perón con Montoneros y con el caudillo radical Ricardo Balbín.
El origen de este libro se encuentra en la tarea que un diario de los años setenta encomienda al entonces joven cronista que es su autor: cubrir las llamadas "cumbres de Madrid", los viajes de peregrinación de sindicalistas y políticos hacia Perón en el exilio.
Lo que aquel periodista no podía saber en ese momento era que toda la intimidad de la que era testigo -y que documentaba minucioso- tenía inscriptas las coordenadas del drama argentino futuro (o aún presente).
Por aquí desfilan, como en un sueño revelador, los protagonistas conocidos: Perón, Aramburu, Lanusse, López Rega, Balbín, Montoneros; pero también una miríada de actores aparentemente menores que, sin embargo, imprimieron su sello a la época y terminaron por configurar un capítulo indeleble de nuestra historia.
¿Hubo una sola vuelta de Perón? ¿O fueron varias? ¿Cuáles fueron esas otras vueltas en torno a la vuelta de Perón? A caballo entre el registro de un historiador y el de un detective, y con el pulso narrativo de un director cinematográfico, Osvaldo Tcherkaski invita a seguir a Perón desde su residencia en Madrid hasta su regreso y su tercera presidencia, abre la puerta a las escenas desconocidas que abrumaron esa vuelta que desembocó en el atroz golpe del 76, y revela la trama que convirtió la recuperación de la democracia en la demolición del Estado y en la corrupción de sus instituciones.
«Acá no aterriza nunca. Si llega a venir, lo bajamos.»
Contraalmirante Emilio Massera, Jefe de Política de Estado Mayor de la Armada, 16/11/1972 (Cuando Perón embarcaba en Roma rumbo a Buenos Aires)
«Evidentemente, el presidente Lanusse esperaba que el señor Perón temiera volver (#) Lanusse autorizó el retorno de Perón para que asumiera el liderazgo del partido Justicialista, creyendoque Perón no sería capaz de hacerlo.»
Editorial de The New York Times, 15/11/1972 (Dos días antes del retorno de Perón)
«Hubiera aceptado con mucho gusto a Ricardo Balbín como compañero de fórmula si el congreso partidario lo hubiera decidido así#»
Perón, luego de la consagración de la fórmula Perón - Isabel Perón para las elecciones del 23/9/1973