Esta revelación era absolutamente necesaria para reactivar la frágil fe del hombre. El Apocalipsis lo alienta a perseverar para que sea un vencedor, y lo estimula a mantenerse firme. Es el espejo del futuro donde el hombre sincero ve reflejada su verdadera identidad. La Iglesia, la amada del Señor, aparece mencionada en múltiples ocasiones, y escucha una llamada al arrepentimiento. El tema central de esta profecía es la descripción precisa del retorno glorioso de Jesucristo, así como de los acontecimientos que precederán, acompañarán y seguirán a este regreso. Un estudio profundo del juicio de Dios con respecto a cada iglesia nos hará sensibles a la voluntad de Dios. La Iglesia representa a esa Esposa que se prepara para recibir al Esposo: "Y el Espíritu y la Esposa dicen:"Ven". Y el que oye, diga: "Ven". Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente" (Apocalipsis 22:17).