Lo que comemos tiene mucho que ver con nuestra salud en todo momento. Pero lo que comemos de niños va a tener una trascendencia en nuestro bienestar a lo largo de toda la vida de la que muchas veces no somos conscientes o, aunque lo seamos, tendemos a minimizar. La alimentación en la etapa infantil obviamente tiene mucho que ver con un adecuado desarrollo de nuestro cuerpo en la etapa de su crecimiento y por eso es muy importante. A todos nos hiere la situación de los millones de niños que sufren hambre y desnutrición. Querríamos saber cómo evitarlo. Porque en este caso vemos claramente la relación entre la alimentación, en realidad su carencia, y la salud: porque sabemos que al no haber alimentación suficiente tampoco va a haber desarrollo adecuado ni expectativas de vida saludable. Esta relación no la vemos tan clara cuando el problema es el exceso o, simplemente, la incorrecta alimentación. Pero lo que comemos en la infancia no sólo influye en esa evolución corporal sino que va a generar hábitos que, con mucha probabilidad, nos van a acompañar durante el resto de nuestras vidas y por eso van a continuar interviniendo en nuestra salud.