Argumento de Las Piedras Falaces de Marrakech
Pocos científicos han sabido combinar rigor científico con la amenidad literaria, como lo ha hecho el biólogo y paleontólogo Stephen Jay Gould en libros tan memorables como El pulgar del panda o «Brontosaurus» y la nalga del ministro. Estas obras han definido un género en el que Gould muestra el complejo y fascinante mundo de la ciencia desde la perspectiva subjetiva de un admirable ser humano que desea comunicar sus ambiciones y frustraciones, sus conocimientos e ignorancias, a sus semejantes, a sus lectores. Las piedras falaces de Marrakech forma parte de esa saga de libros. Está dividido en seis partes, centradas en la paleontología, la manera en que los tres mejores científicos de Francia del siglo XVIII (Buffon, Lavoisier y Lamarck) inventaron el estudio de la historia natural, algunos de los aspectos y protagonistas (como Lyell y Wallace) del «siglo de Darwin», lo que significa la excelencia, las consecuencias sociales de la ciencia, utilizando casos que van del darwinismo social de Spencer a la oveja clonada Dolly, pasando por la eugenesia, y la diferente expresión de la evolución a través de las escalas de tamaño y tiempo que se pueden encontrar en la Naturaleza.0