Periodista deportivo y director del programa radial más escuchado en el
país, Hernán Peláez se ha convertido en una de las voces más queridas en
el país. Su amigo y por muchos años compañero radial, Édgar Artunduaga,
hace la más completa biografía no solo del periodista sino del ser
humano.
Dignidad y entereza son las palabras que mejor definen a una persona
como Hernán Peláez Restrepo. Y es que en los casi cincuenta años que le
ha dedicado a su profesión de periodista, eso justamente ha demostrado
ser el doctor Peláez, como lo llaman sus compañeros de trabajo y sus
colegas, un hombre digno e íntegro. Y, quizá por eso (bueno, habría que
sumar también una tenacidad a toda prueba y dosis sobrehumanas de
cumplimiento), se ha convertido en una leyenda de los medios de
comunicación, querido y respetado como pocos.
El periodista Édgar Artunduaga -echando mano de la prodigiosa memoria
del protagonista de estas páginas, tanto como de sus propios recuerdos e
investigaciones, así como de varios testimonios de amigos y colegas- ha
conseguido reunir una fantástica colección de historias, anécdotas,
experiencias y recuerdos de la vida y los trabajos de Hernán Peláez
Restrepo.
En palabras de Juan Gossaín, [...] Después de tanto tiempo dedicado sin
descanso ni pausa a esa actividad [el periodismo], generalmente
salpicada de desencantos, Peláez puede mirar hacia atrás y sentir en el
alma la tranquilizadora sensación del deber cumplido y del trabajo bien
hecho. Desde el más humilde de los colombianos hasta el periodista más
encopetado sienten por el doctor Peláez un afecto personal y una enorme
consideración profesional. Hernán es ya un miembro de nuestra familia.