Los versos de este poemario revelan que, con frecuencia, la Muerte no cercena sólo una vida. Suele cobrarse también la de quienes sobreviven. Parafraseando a Gamoneda, la existencia fluctúa entonces entre la sonrisa del pasado y el llanto del presente. Estructurada en tres partes (hospital, padres, hermana) la referencia a la mitología greco-romana o nórdica descubre que ni dioses ni mortales disponen libremente de su existencia y que el cuándo y el cómo quedan a merced de tres hechiceras. El porqué siempre sin respuesta.