El vallisoletano Alonso de Castillo Solórzano (1584-1648?), instalado en las
ciudades a donde se trasladara su mecenas y señor el marqués de los Vélez, se
adaptó a los ambientes literarios donde le tocó residir, publicando las obras,
prosísticas y poéticas, que su fértil imaginación le hizo concebir, como ésta,
en que, a pesar de su ambiente madrileño, es impresa en Barcelona, en 1631,
por Sebastián de Cormellas.