Penetrar en Las fuentes siderales es adentrarse en el camino de la Conciencia, así, con mayúscula, para diferenciarla de la conciencia común, pues se refiere a la exploración de la realidad desde los niveles sutiles del Arte, de la Poesía desde la perspectiva de quien contempla con ojo agudo su realidad circundante y de otras realidades intangibles, de más difícil acceso y complejidad. Y es que este poemario es un peregrinaje de adentro hacia afuera, es decir, es el espíritu contemplante el que esculca y escudriña los entresijos de las cosas, a partir de una visión que a menudo se nutre de lo trascendente. Para establecer un enlace entre el mundo real y la Conciencia.