Barcelona, época actual. Un verano extremadamente caluroso. Santiago Escalona es un inspector de policía acostumbrado a moverse por las calles del Raval, entre una fauna de gente humilde y delincuentes de poca monta: prostitutas, proxenetas, trileros, pequeños camellos? Unos tipos de tan poco rango y tan escaso futuro como sus delitos. Un día, sin embargo, Escalona recibe la orden, por parte de su comisario, de ir a investigar un crimen ocurrido en la zona alta de la ciudad, en una palacete en cuyo salón de estar cabe, sobradamente, todo el apartamento del inspector. Un crimen que tiene que ver con obras de arte y en el que hay involucrados nombres famosos, agregados culturales, capitostes ministeriales? Narrada con un estilo impecable, una agilidad y una frescura para los diálogos que no puede por menos de sorprender al lector, "Las cosas de la muerte" es un impresionante retrato de Barcelona desde sus zonas y sus tipos más degradados hasta las clases altas y más pudientes. Un retrato que desvela que, tanto abajo como arriba, las pasiones y los resentimientos tienen la misma naturaleza, y aquí y allí, en todos lados en realidad, la gente tiene fantasmas que esconder y recuerdos de los que huir.