Doscientos cuarenta y nueve años después de que Alejandro VI dictara las bulas Inter Caetera, un oscuro obispo francés, de nombre Nicolás Gervais de Lladrid, penetra al Orinoco con nuevos privilegios papales según los cuales se le concede el derecho a misionar en terra nullius. Los españoles escandalizados lo expulsan de Tierra Firme y deciden escoltarlo a isla de La Trinidad hasta tanto recibir el placet del rey de España. El obispo logra escaparse y se oculta en un despoblado caño cerca de la desembocadura del Orinoco donde luego de múltiples desgracias él y sus acólitos mueren salvajemente en extrañas circunstancias sembrando pruebas para inculpar a los indios caribes y generar, con no muy claras intenciones, un conflicto de grandes proporciones en toda la Guayana. El gobernador español, un mestizo llamado Agustín Arredondo Gálvez, se percata de ello y organiza una multitudinaria reunión con todos lo caciques y jefes locales para conjurar la posibilidad de una rebelión. Las consecuencias fatales de aquella temeraria reunión, revelaron que detrás del descabellado proyecto misionero del obispo francés, había un plan oculto, respaldado por una poderosa organización secreta con hondas raíces medievales.