Argumento de Las Biblias de Tijuana: los Cómics Underground que Excitaron a América
Encuadernación: Cartoné.
Colección: El Nadir Gráfica.
Las biblias de Tijuana, anónimos cómics porno, de pocas viñetas, no poseían una gran delicadeza gráfica y carecían de refinados guiones. Sin embargo satisficieron las pulsiones de una población doblegada por la Depresión, que devoraba los cuadernillos tan pronto caían en sus manos. Ahora una parte de las biblias han sido reunidas, analizadas y comentadas bajo el título con el que se las conoció en su momento, pese a que nunca fueron publicadas en Tijuana, ni tuvieron que ver con esa ciudad fronteriza, ni hicieran referencia a ningún libro santo. En las desvergonzadas historias eróticas de las biblias, se utilizaban como personajes, bien a los ya existentes en la ficción como Popeye, bien a las rutilantes estrellas del mundo del cine como Cary Grant, Joan Crawford o Mae West. Tampoco escapaban a su lúbrico interés, tipos como Stalin, enredándolo en disparatados encuentros proletarios. O los vendedores a domicilio.
Homosexualidad, sadomasoquismo, bestialismo, las transgresiones de las biblias no conocían límite. Sus desconocidos autores se podían permitir todo tipo de libertades, ocultos tras el anonimato. En 2009, el especialista Craig Yoe descubrió que Joe Shuster, creador de Superman, era el autor de las ilustraciones sadomasoquistas de la serie de cuadernillos Nights of Horror, aparecida a principios de los 50.0