Para Sabina, Roberto y Luis, las vacaciones de verano en la isla de Noderoog van a ser muy entretenidas y es que en ellas pondrán a prueba sus cualidades de detectives cuando se enfrenten a cuatro casos que requieren toda su atención.
Una historia de aventuras a partir de la cual se transmiten valores como la curiosidad, el compañerismo, el trabajo en equipo y la constancia.
Fragmento
«El barco se acercaba lentamente al pequeño puerto de Norderoog. Entre sus muchos pasajeros, todos hambrientos de sol, se encontraban los tres detectives del faro. Claro está que ellos no sabían aún por qué emocionantes circunstancias iban a recibir ese nombre. ¿Cuáles eran sus verdaderos nombres?
A la más pequeña, que se llamaba Sabina, la llamaban Cigarra por lo mucho que le gustaba el campo. Roberto, el de la sonrisa de Mona Lisa, también tenía aficiones, a saber, los cuadernillos negros para tomar notas, de los que nunca se separaba. Luis, el mayor, tenía el sobrenombre de Canica porque era el que mejor jugaba a las canicas de su clase. Por supuesto los tres esperaban impacientes las vacaciones. Pronto te darás cuenta de que éstas iban a ser mucho, pero mucho más emocionantes de lo que ellos habían pensado.
De paso te diremos que deberás ayudarlos en sus investigaciones. Prepara un lápiz, puede que de vez en cuando lo necesites.
Y ahora, ¡disfruta con las aventuras de los detectives del faro!»
Ideas centrales
TEMAS
VALORES
¿Por qué leerlo?
Las cuatro historias reunidas en este libro ( Contrabandistas en el barco, Un robo casi perfecto, Trastos viejos, trucos sucios y Fantasmas en el albergue infantil ) son una invitación a que el lector participe, junto a los detectives del faro, en la investigación de crímenes y misterios que exigen toda su atención. Subdivididos en varios capítulos, cada uno de ellos presenta un enigma que requiere una aguda capacidad de observación, descifrar un mensaje codificado o emplear la lógica deductiva. De este modo, se construye una historia interactiva que estimula la concentración y constituye una divertida, dinámica y lúdica aproximación a la lectura.
Las ilustraciones, ricas en detalles y llenas de elementos narrativos, tienen un fuerte peso en el libro, ya que son ellas las encargadas de estimular la participación del lector. Por su parte, el texto está caracterizado por un lenguaje conciso y fluido que se expresa fundamentalmente en forma de diálogo y donde las acciones transcurren ininterrumpidamente. Por estas características, Las aventuras de los detectives del faro enganchará incluso al lector más perezoso.
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