Mediante consejos prácticos y plegarias útiles para los momentos de aflicción, fray Benedict guía al lector a través de las consecuenciasde las catástrofes en nuestra fe en la divina providencia, en la bondad y misericordia de Dios, y en la luz que irradia el sufrimiento y la muerte de Cristo. El cristianismo es la única religión que habla de un Dios que sufrió una catástrofe terrible por nuestro bien: la crucifixión y la muerte. Por lo tanto, ante una catástrofe, el cristianismo debe dirigirse al pie de la cruz y encontrar ahí las respuestas que no puede ofrecer ninguna otra religión.
Todas las religiones intentan lidiar con catástrofes; todas confrontan el misterio del sufrimiento y el mal. El cristianismo lo invita a usted a compartir la carga de su catástrofe con la persona que es nuestro Salvador y redentor.