Miguel crece en un pueblo rural, anclado en las costumbres y la poca cultura de la España de la posguerra. El hambre, el trabajo duro, la violencia, la Iglesia y los caciques locales son quienes determinan la forma de vida de sus habitantes. No obstante, el servicio militar abrirá las puertas del entendimiento al joven Miguel, que ira cobrando cada vez más importancia en la vida del pueblo. Costumbrismo, historias campeisnas y politicas y una gran descripción de la vida rural en la España de mediados del siglo XX se dan cita en esta obra.