He decidido hablar en voz baja. Decía Leonardo De Vinci que dove si grida non è scienza, donde se grita no hay buen conocimiento. He decidido hablar como Marlon Brando en la película El Padrino, con la misma cadencia, parsimonia y si puedo, hasta con la misma seguridad. También he decidido hablar desde un tajo bajo por dos razones: la primera, porque supongo que desde un tajo bajo, las caídas serán menos graves, y la segunda; porque desde un tajo bajo el horizonte es más cercano, más inmediato, más cálido, más.