Lo que comienza como una curiosidad, se transforma para Carlos en una obsesión que le mantendrá ocupado cada vez más horas. Visitar los perfiles de gente que no conoce se convierte en una necesidad que acabará abocando en una entrega personal que le hará replantearse quién es y hasta qué punto ha estado viviendo inmerso en una mentira.
Desde la primera página asistimos, intercalándose con el devenir de Carlos, a la vida, narrada en primera persona, de un chico soñador de dieciocho años que acaba de cumplir el primer aniversario de relación con su pareja. Aunque la vida de ambos protagonistas se desarrolla en la misma ciudad y comparten rasgos comunes, como el miedo incipiente a un conflicto internacional en ciernes, los entornos en los que Carlos y el chico se mueven nunca les llevarían a encontrarse. Pero la aparición en sus vidas de Eva y Mandy unirá sus caminos de una forma que acarreará consecuencias impredecibles.