La negociación forma parte de nuestras rutinas: negociamos con nuestros hijos, con nuestros proveedores, con nuestros padres, con nuestra pareja o con nuestros amigos.
El proceso de la venta, como el proceso de la vida: nace, crece, se reproduce y muere... o no -depende de ti-. Y tanto en la vida como en la venta ponemos en juego nuestro valor como persona, nuestras habilidades y nuestras emociones. El reto, es aprender a gestionar estas emociones para poder conseguir una vida y una venta plenas.