Juan era a esa edad un rufián con muy poco interés por el colegio y la vida académica; pero así y todo, siempre lograba salvarse con las notas... copiando o por suerte. Pero ahora era el momento que Juan más disfrutaba; el descanso junto a todas sus cosas que forman su identidad... en un lugar que para Juan es de absoluta tranquilidad. Mientras en la mesa sus hermanos son educados por sus padres con ejemplos e ideas civilizadas, para Juan la vida era un tesoro hermoso... del cual disfrutaba con el corazón.