El libro analiza la evolución de las relaciones entre la Unión Europea y los países del Mediterráneo durante los últimos cincuenta años. La obra comienza con el estudio de los primeros acuerdos comerciales para continuar después centrándose en el denominado «proceso de Barcelona» iniciado en 1995. Los tres pilares de la declaración de Barcelona son objeto de análisis específico así como el seguimiento del proceso euromediterráneo a lo largo de estos años. El libro continúa con las implicaciones de la Política Europea de Vecindad y de la Unión por el Mediterráneo, para pasar posteriormente a centrarse en la denominada «primavera árabe» y particularmente en su evolución en los diferentes países, así como en la reacción de la UE, de las Naciones Unidas y del resto de Oganizaciones internacionales ante dicho fenómeno.
El último capítulo hace referencia a la necesidad de replantear las relaciones euromediterráneas dada la nueva situación creada en la región mediterránea tras las revueltas en los países árabes, la intervención en Libia y la actual situación en Siria. En todos estos casos se constata que la actuación de la UE ha sido demasiado lenta y desdibujada teniendo en cuenta el interés que presenta la región mediterránea para la seguridad y estabilidad de la propia Unión Europea.