"La última tentación" es una novela poliédrica y ambigua, cuya naturaleza resulta difícil delimitar. Se trata, sin duda, de una ficción simbólica, pero no queda claro si además es una ficción teológica, una alegoría política, una recreación evangélica, una confesión personal, un manifiesto espiritual e ideológico contra la Iglesia oficial, una búsqueda metafísica o un drama humano. Esta atrevidísima y personalísima interpretación de la andadura y del mensaje de Cristo levantó una tremenda polémica tanto en Grecia como en el extranjero, al presentar un Jesús demasiado humano para el gusto de los elementos más conservadores de los diferentes dogmas cristianos.