La trayectoria poética del motivo del baño en Lope de Vega: de La hermosura de Angélica al Laurel de Apolo
La descripción del baño de unas hermosas jóvenes en un lugar ameno atestigua la manifiesta sensibilidad de Lope frente a la belleza femenina en su faceta más sensual, por encima de las convenciones poéticas del neoplatonismo, y aviva su notorio sentido pictórico. En La hermosura de Angélica (1602) se hallan dos pasajes construidos alrededor de este motivo. El primero (XIII, oct. IV-XII) representa una inversión del mito de Acteón, puesto que es la mujer (Belcoraida ) quién se percata de la presencia del joven (Lisardo). En el segundo fragmento (XVI), más breve que el anterior, Lope esboza la faceta negativa del tema, ya que Cerdano, al contrario de Acteón, asiste voluntaria y engañosamente al baño de Angélica. En «El baño de Diana», composición incluida en el Laurel de Apolo (1630), el poeta recicla sus primitivos ensayos con un espíritu y en un contexto muy diferentes. En este caso, el baño es posterior al acecho de la mirada masculina y sirve para mostrar las consecuencias de la violencia padecida por la indefensa Calisto.