Abrazada a sus recuerdos y ansiedades, La trayectoria del péndulo ofrece al lector un poemario en el que Susana intenta ordenar las piezas del rompecabezas que guardaba en los cajones de una mesilla de nostalgias. Con un estilo libre donde el ritmo rompe las cadenas de la forma, Susana Lainez nos entrega unos jirones desgarrados pero hermosos de su más profunda intimidad que nos descubren imágenes, paisajes, vivencias, sentimientos; impregnados todos ellos de un perfume que invita a la reflexión y se confunde con un inconfundible aroma de belleza.
José María Triper
El tema de La trayectoria del péndulo, como su título indica, evoca el movimiento regular, ese que marca el paso del tiempo. El ritmo de sus poemas no es más que el reflejo de la cadencia del péndulo, la añoranza del tiempo que pasa, la vida que corre. Y aparece, como el pentimento en los cuadros, un tema recurrente, el de perderse, buscarse de nuevo y no encontrarse, metáfora de la vida misma que todo lo transforma, sin excepciones, incluido nosotros mismos que no conseguimos reconocernos. Ya no somos exactamente como hace unos instantes, como cuando empezamos a leer los poemas de Susana: algo imperceptible y esa es la magia de la poesía ha cambiado en nosotros.
Javier Moro