Una cuestión fundamental en la organización de cualquier sociedad es su relación con el estamento militar, aquella fórmula clásica de «¿Quién vigila al vigilante?». Como ministro de Defensa entre 1982 y 1991, Narcís Serra tuvo que afrontar este tema en unas circunstancias muy delicadas, con la transición a la democracia aún inconclusa y un ejército recién salido del golpe de Estado del 23-F. De esa experiencia y de la posterior reflexión sobre los asuntos militares nace este libro, en el que un profundo conocimiento de los autores que han estudiado los procesos de transición militar, el control civil de las fuerzas armadas o la llamada «autonomía militar» se une a esa extraordinaria experiencia práctica que culminó con brillantez la democratización y normalización del ejército español. Una obra imprescindible para entender cómo se logró resolver una de las cuestiones más delicadas de la reciente historia española.