Hace unos años, y bajo el seudónimo de Mujer de Rojo, Sol Santamaría publicó su primer libro de poesía, «Poemas de una Geisha», un cálido y sensual poemario teñido de erotismo y ternura, pasión y entrega, un auténtico canto a la vida, al amor y al placer. Posteriormente otro poemario «Brisas del tiempo», nos deleitó con un no menos cálido matiz, aunque más biográfico y personal. Despojada de su seudónimo (lo que podría entenderse como un juego de seducción hacia el lector) nos ofrece ahora un tercer libro, transido de aquella misma sensualidad que, a modo de hilo de Ariadna, parece operar como hilo conductor de su peculiar laberinto poético. El título de esta nueva obra posee también claras reminiscencias orientales, pues hace referencia a una leyenda anónima china, según la cual un hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse.