La teoría literaria del Siglo XVI enfrentada al problema de la Lírica. Retos y soluciones.
Fue una de las cuestiones más fascinantes a las que se ha enfrentado la teoría de la literatura occidental. Surgió en la llamada Edad de la Crítica (s. XVI) y mereció la atención cuidadosa de los humanistas más capaces. Abordo la dificultad de retratar y aislar genéricamente la Lírica. A partir de autores tan influyentes como Delminio, Trissino, Barbaro, Antonio Lulio, Partenio, Escalígero, Minturno, Tasso o Fernando de Herrera, entre otros, se llegó a una solución que se mostró fecunda. Llegó avalada por la autoridad de Cicerón y de Hermógenes. Un siglo antes Georgius Trapezuntius, guiado por su afán de conjuntar la tradición latina y la griega, determinó que en el libro de Hermógenes estaban contenidas las instrucciones precisas para traer al suelo lo que en el Orator ciceroniano pertenecía al cielo de las ideas. Los humanistas entendieron que la idea interior artística, concetto también, en cada una de las poesías, podía ilustrarse perdiéndose en el rico laberinto crítico diseñado por Hermógenes. La Lírica quedaba así definida como una cuestión de palabras, el género de la expresión interna, la visión interiorizada de la idea.