En tiempos tan exasperados como los actuales, la actividad de los filósofos su demorado preguntar por los fundamentos, su obsesivo gusto por las precisiones y las puntualizaciones o la constante reflexión sobre la naturaleza de su actividad puede resultar más intempestiva e inactual que nunca. En diálogo constante con el pasado, Manuel Cruz indaga aquí la especificidad de la tarea de pensar, se pregunta por la función de la historia de la filosofía y ofrece, por último, algunas claves para entender la filosofía del presente, todo ello en fértil discusión con algunas de las construcciones teóricas más importantes del siglo xx . La tarea de pensar no es una nueva introducción a la filosofía, ni pretende brindar doctrinas y recetas fáciles: defiende el esfuerzo por comprender los signos de un mundo que es hoy «una fuente inagotable de perplejidad».