Argumento de La Sorpresa del Mundo. Conversación con Miguel Marinas
Este libro que aparece ahora, La sorpresa del mundo. Conversación con Miguel Marinas, recoge el segundo momento de un diálogo que comenzó en Un lugar donde no se miente. Conversación con Olvido García Valdés, publicado en 2014 en esta misma casa, de la mano de Miguel Marinas. Aquí se escucha la voz de Miguel. Hablamos de todo y también de lo consabido (su trayectoria profesional y literaria de poeta y ensayista, sus publicaciones.), pero lo que se oye es la impronta personal, la impresión que deja de crecimiento, de amplitud, de ánimo o talante comprensivo, abarcador, de generosa disponibilidad. A mí me gusta especialmente su ponderación, esa capacidad de sopesar, de valorar equilibradamente pero según principios muy arraigados, una rara ecuanimidad receptiva y cordial (y la querencia por la conservación de lo antiguo, su respeto por ello y por los hábitos de aprendizaje, esas huellas). Me gusta su modo de hablar, la lengua de lo coloquial sabrosa de particularidades y modismos con grandes dosis de gracia y de ironía, y, al mismo tiempo, lo veraz que se filtra en el entramado de lecturas, en la erudición que sostiene su discurso, sin que lo erudito asome nunca su patita. La sorpresa del mundo, sí. Miguel Marinas pone la vida entera a examen, con una disponibilidad infrecuente, pone la memoria y la intimidad, las inquietudes y la zozobra, la confianza y el entusiasmo, y una especie de fe en el vivir, como crecimiento o aprendizaje que no cesa.0