Un viejo campesino calabrés llega a casa de sus hijos en Milán para someterse a una revisión médica. Allí descubre su último afecto, una criatura en la que volcar toda su ternura: su nieto, que se llama Bruno, como a él le llaman sus camaradas partisanos. Y vive también su última pasión: el amor de una mujer que iluminará la etapa final de su vida concediéndole toda su plenitud.
Reseñas:
«Está escrita con una ternura y una lucidez aunadas que reflejan perfectamente la experiencia cenital de su protagonista.»
Leopoldo Azancot, ABC
«Un tesoro sencillo, compacto, brillante sin estridencias, como el acero viejo.»
El País
«Una referencia intelectual y moral de primer orden en la España de la segunda mitad del siglo XX.»
La vanguardia
«Su literatura fue expresión de su vida y su pensamiento. Brilla por lo que fue y por lo que no fue. Y nunca fue un impostor. José Luis Sampedro era de verdad.»
Lorenzo Silva