Gustavo Adolfo Bécquer, Manuel y Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez, José Bergamín o Rafael Montesinos son algunos de los poetas, de los grandes poetas que han seguido la estela de Augusto Ferrán. Las coplas populares, los cantares que son poesía breve, seca y natural, fueron recogidos, y creados, por un poeta que merece algo más que la atención del estudioso o del erudito.
Los versos de Ferrán mantienen el pulso con el tiempo, resisten el paso de los años, de las modas y las tendencias. Sus palabras siguen vivas como la música que las envuelve y les da el tono y la medida: el flamenco.
En los cantares que forman La Soledad están las cuatro verdades del amor y de la muerte, de la vida y sus engaños.
Augusto Ferrán (1835-1880) responde a la imagen del poeta romántico. En sus versos hay pasión, ironía, escepticismo y desengaño. Este libro recoge los cantares populares, así como los originales que compuso el autor para sus volúmenes La Soledad (1860) y La Pereza (1870).