Windsor es el nombre de la fortaleza más grande todavía habitada y el nombre que eligió el rey Jorge V en 1917 para eliminar todo rastro de la herencia alemana tan evidente en la casa de Hannover, legado de Victoria de Saxo-Coburgo-Gotha, mientras Inglaterra afrontaba la guerra. ¿Quién imaginaría entonces que este nombre se convertiría en el símbolo del mayor escándalo de la corona a las puertas de la Segunda Guerra Mundial? Ocho meses después de acceder al trono Eduardo VIII abdicó para poder continuar su historia de amor con la doblemente divorciada americana Wallis Simpson. Así se convirtió en 1936 en el duque de Windsor. En su lugar el tímido, tartamudo y nada preparado hermano menor se convirtió en Jorge VI y se convirtió en un símbolo de fortaleza para su país a lo largo de los años de guerra.
Desde una Inglaterra todavía imbuida por el prestigio de la legendaria reina Victoria hasta el reinado de Isabel II, desde el Imperio británico hasta la Commonwealth, desde el fin de las colonias hasta el mediático matrimonio de Catalina y Guillermo. Estamos ante una extraordinaria saga real cuyos destinos individuales a veces parecen escritos como en una novela.
www.librosaguilar.com