A lo largo de estas páginas se van desgranando temas como el peso de la opinión pública en las relaciones internacionales, siguiendo el ejemplo hispano-inglés de los siglos XVI y XVII; el papel de la Diplomacia en las relaciones comerciales hispano-flamencas en el primer tercio del Seiscientos, o el de los embajadores galos en la Corte madrileña de Felipe V al servicio del viejo proyecto borbónico de unión de las coronas hispana y francesa en una monarquía universal; finalmente, el peso cada vez más determinante de la guerra, que exigirá reformas drásticas en los ejércitos hispanos del siglo XVIII, en los que determinadas unidades de elite se convertirán en vehículos de medraje social y político, y se medirá en algunas de las grandes contiendas bélicas del siglo XVIII tales como la Guerra de Sucesión o la Guerra de los Siete Años.