Discurrir por la "Provincia del Derecho Internacional", esbozar sus límites, trazar sus líneas de tensión o quiebra, referir su contribución, insustituible en la tarea de urbanizar las relaciones internacionales, coadyuvar al establecimiento de su cartografía. Un empeño que no debe ahorrarse apostar balizas que manifiesten las debilidades de este ordenamiento jurídico, las insuficiencias que debilitan la eficacia de sus normas e instituciones. A la par, también se hace preciso denunciar cómo el discurso internacional ha infravalorado o postergado al Derecho, cómo lo ha trastocado en actor secundario, imbuido de provincianismo.....