La importancia estratégica y económica de los sectores marítimo y portuario para el comercio internacional es evidente. Cerca del 90 % de las mercancías del comercio mundial se transportan por mar.
Si los aviones fueron las "armas" utilizadas en la masacre del 11-S; los trenes fueron instrumentalizados el 11-M, y los autobuses, el 7-J; a nadie con una cierta capacidad de análisis se le escapa que los buques pueden ser utilizados como objetivos o como medios de una acción criminal a gran escala, especialmente contra los puertos y las poblaciones de sus entornos.
La piratería es otra de las acciones criminales que más preocupan a los operadores marítimos. Cada año se cometen cientos de ataques piratas en aguas de todo el mundo. África, América de Sur, el océano Índico, el mar de China Meridional y el estrecho de Malaca son puntos que provocan inquietud en las tripulaciones de los buques mercantes que navegan por sus aguas.
La presente obra nos presenta las amenazas que se ciernen sobre estos sectores, así como las respuestas auspiciadas por la Organización Marítima Internacional, en el marco jurídico internacional, que son potenciadas en nuestro entorno por la Unión Europea y que recientemente han sido adaptadas a escala nacional. El objetivo básico de este texto es que sirva de ayuda a los prestadores de servicios de protección, tanto públicos como privados.