Bethany estaba desesperada por evitar que la deportaran de Datar y sólo el príncipe Razul, al que había intentado olvidar con todas sus fuerzas, podía ayudarla. Había tenido una relación con él dos años atrás, pero en aquella época no había sido capaz de manejar a aquel apasionado y orgulloso hombre. Bethany tenía que quedarse en Datar. Sin embargo, al reanudar su íntima amistad con Razul tuvo que pagar un alto precio. ¡Razul le pediría que se convirtiera en su esposa!