La princesa Carlyne Fortier había huido y necesitaba un trabajo urgentemente, por eso cuando vio aquel anuncio pidiendo una niñera pensó que era la respuesta sus oraciones. Así que se disfrazó y se presentó en busca del empleo.El arquitecto Sean O?Mara recibió a Carlyne con los brazos abiertos. Quizás no fuera muy agraciada, pero tenía unas magníficas referencias. ¡Cualquier cosa con tal de encontrar a alguien que se hiciera cargo del pequeño diablillo de cuatro años que tenía por sobrina! Lo que ocurrió después fue más propio de un cuento de hadas...