Benjamín Arditi explora con maestría las formas de pensar y hacer política allí donde los presupuestos liberales son interrogados. Fenómenos como el populismo, la diferencia o la emancipación se despliegan en una zona turbulenta y ambigua donde la distinción entre el adentro y el afuera se vuelve motivo de disputa y no puede ser especificada al margen de una polémica. Cada capítulo aborda estos fenómenos, comenzando con el análisis crítico de la política de las guerras culturales y su celebración del particularismo. Una visión novedosa y provocativa del populismo lo presenta como un espectro que aparece frente a la democracia liberal, algunas veces para acompañar-la y, en otras ocasiones, para atormentarla. La agitación reaparece en la política emancipatoria y la idea de revolución deja de ser incompatible con las coordenadas de lo que habitualmente llamamos política democrática. En el sentido en que lo comprendía Gilles Deleuze, la filosofía política de Arditi crea conceptos y expone con claridad los aspectos más complejos del pensamiento político contemporáneo, desde Vattimo y Derrida hasta Rancière y Laclau.