«Si hay justicia literaria ya que no hay justicia divina, creo que la obra de José Bianco, en lo futuro, subsistirá; será mucho más conocida y estimada, sobre todo, cuando obras más vistosas pero menos esenciales desaparezcan.»
Octavio Paz
Las ratas «no ha sido elaborada por el autor para obtener una módica sorpresa final; su tema es la prehistoria de un crimen, las delicadas circunstancias graduales que paran en la muerte de un hombre. En las novelas policiales lo fundamental es el crimen, lo secundario la motivación psicológica; en ésta, el carácter de Heredia es lo primordial; lo subalterno, lo formal, el envenenamiento de Julio. (Algo parecido ocurre en las obras de Henry James.)».
Jorge Luis Borges
«Sombras suele vestir es una historia de fantasmas en el estilo de Henry James, que Bianco simplifica y perfecciona (.). Las ratas es el mejor ejemplo de una novela de la inteligencia, ambigua e insondable pese a su límpida realización, o gracias a ella.»
César Aira
José Bianco (1908-1986) nació en Buenos Aires, donde cursó estudios de derecho. Fue jefe de redacción de Sur fundada y dirigida por Victoria Ocampo entre 1938 y 1961, durante los años en los que la revista alcanzó su mayor difusión internacional, hasta que tuvo que abandonar su cargo por discrepancias políticas con su directora. Fue amigo de Borges, de André Gide y Julien Benda. Su primer relato, titulado «El límite», apareció en 1929 en La Nación, y 55 años más tarde lo reescribió antes de ser entregado de nuevo a la imprenta. En 1932 ganó un premio literario en Buenos Aires con un libro de relatos, La pequeña Gyaros, que después repudiaría. La revista Sur publicó por primera vez una de sus obras maestras, Sombras suele vestir, relato de fantasmas escrito originalmente para la Antología de la literatura fantástica que estaban preparando Borges, Bioy Casares y Silvina Ocampo; Bianco se retrasó en la entrega y la antología se publicó en 1940 sin su cuento, que fue insertado en la reedición de 1967. Mayor suerte tuvo su segunda obra importante, Las ratas (1943), que logró buenas reseñas y fue llevada al cine en 1963 por el director argentino Luis Saslavsky. Su última nouvelle, La pérdida del reino, también siguió un destino azaroso: iniciada en 1950, Bianco la abandonó cinco años después para retomarla en 1970, «porque andaba bastante aburrido».
Bianco escribió poco. Su obra literaria, breve, rigurosa, trabajada con esmero, se complementa con una notable labor ensayista, recogida en 1977 en un volumen titulado Ficción y reflexión. Fue también un excelente traductor de Henry James, Stendhal, Ambrose Bierce, Sartre, Valéry, Beckett y T. S. Eliot.
Además de su obra en prosa más relevante, este libro incluye nueve ensayos y cuatro entrevistas sobre el oficio de escribir y traducir.