Envejecer es un proceso normal y, sin duda, significa que nos ha sido otorgado mayor tiempo para gozar de nuestra existencia. A pesar de todo, muchas personas viven el envejecimiento pensando solo en los aspectos más negativos. No obstante, es preciso reconocer que la ancianidad comporta algunas ventajas. La experiencia, una mayor capacidad para soslayar los ímpetus desafortunados, mejor control de las emociones y más acertado discernimiento. Es importante saber dirigir la propia vida también en esta etapa. Trazar planes, tener objetivos, mantener la curiosidad, interesarse por lo que ocurre a nuestro alrededor y gozar de la amistad y de la pareja. Envejecer en pareja puede paliar la soledad y estimular planes y objetivos. También será preciso aprender a gestionar no solo la aparición de los propios achaques y limitaciones, sino también los del compañero o compañera. En este libro se da una visión de los múltiples y distintos aspectos que deberíamos tener en cuenta en nuestra relación de pareja y ofrecer los consejos adecuados, no solo para sortear los escollos en esta etapa vital, sino también para gozar de muchos momentos y ventajas, que también los hay: el horizonte que se abre ante nosotros en la vejez no tiene por qué ser forzosamente ingrato. Seguimos teniendo la oportunidad de encauzar y dirigir el rumbo de la travesía de forma saludable y muy satisfactoria, y si lo podemos hacer en compañía, mucho mejor.