Esta obra realiza una novedosa aportación al campo de la educación al hacer confluir la orientación educativa y la educación infantil, que hasta ahora han permanecido alejadas. La orientación educativa que se suscribe se ocupa del desarrollo integral de los niños y niñas, así como de la activación de todas sus potencialidades. Los diferentes modelos de orientación que se describen en esta obra ayudan a reconocer los principios y modos de intervención que desarrollan los y las profesionales de la orientación en sus diferentes actuaciones en las aulas infantiles unidos a la labor educativa que maestras y maestros desarrollan a diario. Fruto de la concepción de orientación educativa que plantea esta obra, surgen nuevos ámbitos o áreas de actuación en Educación Infantil, entre las que se puede destacar la preocupación por las emociones, los procesos de aprendizaje y la atención a la diversidad en su sentido más amplio. La necesidad de individualizar los procesos de atención educativa en la infancia atendiendo a la singularidad de cada niña o niño, justifica la incorporación de los procesos de orientación en las aulas infantiles. Pero aún hay más, las autoras también proponen la sintonía entre los agentes educativos y en la importancia de su colaboración. En la sociedad actual hay una gran diversidad familiar y ello aconseja trabajar en colaboración con las familias, superando la concepción tradicional de modelo de familia único, e introducir en los procesos educativos y orientadores una diversidad familiar amplia y compleja que permita enriquecer la comunidad social, incrementar las referencias familiares de los pequeños y las pequeñas, al tiempo que se ponen en marcha auténticos procesos de educación inclusiva.