Los orantes saben que pueden dirigirse a Dios alabándole, pidiéndole favores o dones, dándole gracias, etc. Pero algunos olvidan la oración contemplativa pensando que es propia de personas consagradas y de las órdenes contemplativas.
Sin embargo, Enrique Vilar, basado en su experiencia, anima a todos, especialmente a los laicos, a introducirse en este tipo de oración sin descuidar el trabajo de la vida cotidiana. Para ello, presenta las características de la oración contemplativa, los posibles escollos que se pueden encontrar al empezar este camino oracional y algunos consejos útiles para perseverar en ella.
A través de las páginas de este libro, muy prácticas y escritas con gran sencillez, los que quieren tener a Dios como amigo podrán ponerse en disposición para acoger esa amistad y esperar confiadamente el encuentro con Él.
Descubrir la contemplación de Dios.
Tres elementos de la oración contemplativa. La fragua del amor de Dios. Pureza de corazón. El amor nos exige entrega al hermano.
En la fragua del amor de Dios.
Posibles escollos en la contemplación. Desconocimiento. Las preocupaciones de la vida. Miedo al fiat. Falta de perdón. Confusión.
Caminar en la cercanía de Dios. Los sentidos desordenados. Nuestro yo. La vida familiar y doméstica. La comunidad, el grupo, la asociación. Participación en los \"servicios\". La corrección fraterna. La vanagloria. Hablemos de la muerte. Volvamos al hijo pródigo.
Transformar el sufrimiento en bendición. Sequedad en la oración. Las oraciones vocales.
La contemplación nos lleva a los hermanos.
Consejos útiles para todos.
Vivencias para compartir. Los caminos del Señor. Otros frutos