En vacaciones, le envían a Hampshire con sus excéntricos tíos. Allí se topa con un misterioso caso: dos víctimas de lo que parece ser peste bubónica han sido descubiertas después de que una nube de humo pasara por encima de sus cuerpos. El testigo de la primera muerte es Matthew Arnatt, un huérfano de la edad de Sherlock que enseguida traba amistad con él. Y con la ayuda de su nuevo tutor, Amyus Crowe, comienza su verdadera educación como detective. Su valentía y sed de aventuras le conducen a un vertiginoso viaje desde la tranquila campiña hasta el submundo portuario de Londres: incendios, secuestros y espionaje le llevarán al centro de un espantoso complot del que depende el futuro de Gran Bretaña.